lunes, 9 de diciembre de 2013

TORRE DE LA QUINTINA

Si les hubiésemos preguntado a nuestros mayores por la torre de doña Ochanda no habrían sabido contestarnos. Sin embargo, si lo hubiéramos hecho por la casa de la Quintina, habrían señalado sin dudar el lugar que nos ocupa.
En 1847, el mayordomo de la familia Velasco, propietaria de la casa, ofreció la casa a Quintina Escoriaza para que pudiera ocuparla. Casada con el carpintero Antonio Anchieta tuvo una hija llamada María que se casó con Leandro Ibargoitia, curioso personaje apodado “el gordico”. Escribe Venancio del Val que en cierta ocasión estuvo a punto de presentarse a un concurso de gordos que se celebraba en París, pero no pudo hacerlo porque no cabía por la puerta del tren. En su última época llegó a pesar 180 kilos. Un hijo de este matrimonio, de nombre Telmo, mantuvo en la parte de la casa que da a la Fundadora de las Siervas de Jesús, un pequeño establecimiento que servía a la vez de bar y tienda de comestibles.
ARQ 1865.12(3) Calle Herrería, 1962. Autor, ARQUÉ. AMVG
Torre de los Iruña
En el portal de la parte de la Herrería era popular la Micaela, casada con Agustín Ibargoitia, que tenía un puesto de venta de verduras que simultaneaba con otro en la plaza de abastos. También servía el edificio de alojamiento para los aldeanos que venían al mercado y utilizaban la cuadra para las caballerías. En esta fotografía tomada desde el cantón de las Carnicerías se puede contemplar perfectamente el arranque del arco ( DE LA PUERTA DE ALDAVE).

viernes, 29 de noviembre de 2013

PANCRACIA DE OLLO

Fue la esposa del célebre general carlista Tomás de Zumalacárregui, hija también de otro general correligionario.
Aunque no era alavesa, sino navarra, residió varios años en Vitoria, donde fijó su residencia a la muerte de su esposo, junto con su hermano, que era Canónigo Magistral en el Cabildo de la recién estrenada Catedral.
Pancracia de Ollo vivió primeramente en el paseo de Los Arquillos, y luego en la calle de la Independencia.
El primer encuentro de Zumalacárregui con la que habría de ser su esposa fué en la misma casa de ésta, cuyo padre, que era notario, había colocado junto a él, como pasante o amanuense al joven Tomás. Mantenidas las relaciones sentimentales, Tomás y Pancracia contrajeron matrimonio en cuanto él llego a alcanzar una buena graduación.
Los restos mortales de Pancracia de Ollo se encuentran en nuestro cementerio de Santa Isabel, en uno de los panteones de la calle de San Roque. Falleció el 8 de marzo de 1865.


Con ella residieron también en Vitoria dos hijas suyas.
Sacado del libro de Venancio del Val "Mujeres alavesas" 1987

lunes, 7 de octubre de 2013

JULIÁN DE ZULUETA Y AMONDO

Nació en Anúcita (Álava) en 1814. Se educó en Vitoria y en 1832 emigró a Cuba.










Para saber más www.semillaseneltiempo.com/Zulueta.html
Murió en 1878 en Colón, según Francisco Calcagno, cerca del cruce de las calles Adriani (actual José Martí) y Real (actual Gonzalo de Quesada), al caerse de su caballo; y en La Habana, según la versión de Levi Marrero, después de haber sido "coceado por una mula".
Los últimos días de su vida fue el Marqués de Álava.

domingo, 15 de septiembre de 2013

ESPADA EN LA HABANA

Juan José Diaz de Espada
Nació en Arroyabe (Alava) el 20 de abril de 1756
Fue obispo de La Habana de 1800  a 1832
Murió en La Habana el 13 de agosto de 1832
 CALLE ESPADA

 RESTOS DEL CEMENTERIO ESPADA. FUE EL PRIMER CEMENTERIO, EN AMERICA, FUERA DE LA IGLESIA

 GEORG WEERTH MURIÓ EN LA HABANA EN 1856 FUE AMIGO DE MARX Y ENGELS
PALACIO DE LOS CAPITANES GENERALES
SALA DEL CEMENTERIO DE ESPADA
PAREDÓN DE NICHOS
 TRONO Y RETRATO DE JUAN JOSE DIAZ DE ESPADA Y FERNANDEZ DE LANDA
EL RETRATO LO HIZO S. DE GUERECA
 VISTA GENERAL DE LA SALA
DENTRO DE "EL TEMPLETE" EN LA PLAZA DE ARMAS
PRIMERA MISA DEL OBISPO ESPADA
CALLE OBISPO ESPADA EN LA NECRÓPOLIS CRISTOBAL COLÓN DE LA HABANA

CONTINUARÁ

lunes, 29 de julio de 2013

HORTALEZAPROWLER


Al otorgarse denominación a las calles que han de formar el poligono de "Aranbizkarra", a una de ellas se le dio el de Hortaleza, el 25 de junio de 1974. Con tal nombre se quiso distinguir al lugar del mismo nombre, en Madrid, en compensación por haber sido señaladas varias de las calles del Distrito de su título con los nombres de localidades alavesas.



Sacado del libro de Venancio del Val "Calles vitorianas". Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. 1979

sábado, 20 de julio de 2013

ALGUNAS PLANTAS ALAVESAS, Y SETAS Y HONGOS

ACEBO
GOROSTIA
ABEDUL
URKIA
ESPINO ALBAR
ELORRI ZURIA
ENDRINA: PARA HACER EL PATXARAN
ELORRI BELTZA
NISCALO
ESNEGORRIA
PERRETXIKOS
CHAMPIÑONES

miércoles, 10 de julio de 2013

MALTRATO AL MONUMENTO DE LA BATALLA

NO PODEMOS PRESERVAR NUESTROS HECHOS HISTÓRICOS MÁS IMPORTANTES

 CELEBRANDO EL ASCENSO DEL ALAVÉS


TODO ES APARIENCIA Y MARKETING

miércoles, 5 de junio de 2013

REVÓLVER CON EL QUE ANGIOLILLO MATÓ A CÁNOVAS DEL CASTILLO

Este revólver lo tenemos en el Museo de Armeria de Alava y en la placa pone "Revólver con el que el italiano Angiolillo mató a Cánovas del Castillo en el balneario de Santa Agueda (Guipúzcoa) el 8 de agosto de 1897, donación de los hijos del entonces Capitán General del Norte don Basilio Augustin Dávila".
Antonio Cánovas del Castillo fue artífice de la Restauración instaurado en 1874 con el retorno de los Borbones. La Restauración se caracterizó por el turno de los partidos liberal y conservador en el ejercicio del poder. Cánovas desempeñó en reiteradas ocasiones el cargo de jefe de gobierno por las filas conservadoras; y con respecto al sistema foral vasco ha pasado a la Historia como su supresor por la ley del 21 de julio de 1876.
Michele Angiolillo fue un socialista italiano enrolado en las filas del anarquismo en Barcelona. Contaba con unos 26 años cuando asumió la misión de asesinar a Cánovas.
El 8 de agosto de 1897, en el balneario del barrio mondragonés de Santa Agueda, cerca de Aramayona, Cánovas murió asesinado tras recibir el impacto de tres disparos. El presidente del gobierno se encontraba pasando unos días de reposo. La elección de este lugar se debía, de un lado, a su proximidad a San Sebastián, donde días antes había estado despachando con la reina regente, María Cristina, y de otro, a la calidad terapéutica de sus aguas, conocida por la monografía del doctor Benigno Villafranca. Angiolillo se encontraba también alojado en Santa Agueda buscando el momento propicio para asesinarle y no habiendo despertado sospechas porque hacía gala de un "buen porte y fino trato". La ocasión se presentó al mediodía cuando Cánovas estab leyendo "La Epoca". Angiolillo se aproximó al presidente y le descerrajó cuatro tiros, alcanzando el objetivo tres de ellos y errando el cuarto porque el teniente de la guardia civil llegó en ese momento y consiguió coger el brazo del anarquista. Angiolillo dijó: "he vengado a mis hermanos de Montjuich".
El móvil del asesinato se ha considerado que fue una venganza anarquista por las sentencias condenatorias - cinco de muerte, veinte de cárcel y sesenta y tres de deportación- promulgadas en el proceso de Montjuich tras el atentado perpetrado en junio de 1896 en la procesión del Corpus Christi, causando seis muertos y cuarenta y dos heridos. Según Fernández Almagro o Demetrio Ramos tras la mano criminal se encontraban los intereses y la financiación de grupos independentistas cubanos representados por el doctor Betances.
Según Emilio Larreina Escudero, el revólver se trata de un British Bulldog fabricado por la casa Webley&Son para defensa personal. Sus características técnicas son: calibre 11,17 mm., capacidad para cinco disparos, diámetro del tambor 39,6 mm., velocidad inicial del proyectil 190 m/sg, peso 550 grs., longitud del cañón 58,7 mm. y longitud total del arma 168 mm.
El Consejo de Guerra que condenó a muerte a Angiolillo se celebró con gran celeridad, puesto que el 20 de agosto se ejecutó la sentencia por el procedimiento del garrote vil. El revólver fue entregado al Capitán General del Norte, Basilio Augustín, y gracias a las gestiones llevadas a cabo con sus herederos por Félix Alfaro, fundador y primer director del Museo de Armeria de Alava, se consiguió su cesión para exposición pública. El Capitán Augustín fue ayudante del rey Amadeo de Saboya; en la segunda guerra carlista participó en la batalla de Montejurra; al finalizar la contienda fue nombrado Capitán General del Norte; en 1898 fue enviado a las Filipinas, y allí vivió la derrota española por la armada estadounidense en Cavite.
Apuntes sacados del artículo de Iñaki Bazán de la Gaceta Municipal nº 131 del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz del 25 de septiembre de 1999.

jueves, 30 de mayo de 2013

MOLINERO MOLINERITO

En un rincón semioculto
de la campiña alavesa
hay un humilde molino
de bella rusticidad;
los molineros ancianos,
y una nieta a quien adoran
tranquilos pasan las horas
escuchando al molino cantar.
Molinero, molinerito,
molinero de Legardaguchi
tan humilde y tan viejecito
trabajando siempre con afán;
molinero, molinerito,
pon en marcha pronto tu molino,
que mi amada quiere ver la harina
que después se convertirá en pan.
Tanto echar grano a las tolvas
y oir cantar tu molino,
tan blancos como la harina
tus cabellos blancos son;
molinero, molinero,
dale tregua a tu molino
que ya está viejo y cansado
cual tu propio corazón.

viernes, 17 de mayo de 2013

VITORIA EN EL SIGLO XVI

En el siglo XVI Vitoria fue una ciudad periférica respecto a las principales vías de penetración del Renacimiento. Los primeros contactos vienen a través del norte de Europa, fundamentalmente Flandes. Los artistas que encontramos trabajando en Vitoria son Gaspar Alemán, Andrés y Beltrán de  Amberes, Elias de Arras, Copín de Cune, Luis Dofin, Daniel Estel, Guillome Francés, Juan de Frisa, Juan de Ruan, Jorge Tudesco, etc.
Entre las obras de arte importadas tenemos:
a. la lauda de bronce de los Ortiz de Luyando en la capilla de San Juan de la iglesia Colegial de Santa María
b. el retablo del Dulce Nombre en Santa María, comprado por Juan Alonso de Gámiz, embajador del Archiduque Fernando de Austria ante su hermano el emperador Carlos V
c. los bustos relicarios de Santa Úrsula y las Once Mil Vírgenes traidos por Ortuño Ibáñez de Aguirre para su capilla de la Cruz en la iglesia de San Vicente
d. la imagen de la Virgen del Rosario, traida por el mercader Diego Martínez de Maestu
e. los tripticos flamencos que todavia podemos contemplar en el Museo de Bellas Artes; o los multiples tapices y pinturas flamencas que aparecen recogidas en los inventarios post-morten.
Durante el reinado de Carlos I hubó grandes mayorazgos:
1. Pedro Martínez de Alava, caballerizo del Delfín de Francia, contino de los Reyes Católicos, Alcalde de Vitoria, fundador del mayorazgo de una rama de la familia Alava y con sepultura en la capilla mayor de San Pedro
2. Alvaro Díaz de Esquivel, miembro del Ayuntamiento en numerosas ocasiones y patrocinador de un suntuoso sepulcro en la Catedral Vieja
3. Cristobal Martínez de Alegria, Diputado General de la Provincia y persona muy activa también en la vida municipal, que dejó un magnífico sepulcro en Santa María
4. Diego Martínez de Salvatierra, escribano y miembro en diversas ocasiones del Ayuntamiento, que construyó una capilla para su enterramiento en la iglesia de San Pedro
5. Gabriel Ortiz de Caicedo, abogado de la ciudad y lugarteniente del Conde de Orgaz durante el tiempo en que éste fue Asistente Mayor en Sevilla, que erigió una interesante sepultura de alabastro en Santa María
6. Juan Ruiz de Vergara, que ocupó cargos en el Concejo, al mismo tiempo que desarrollaba una intensa e importante actividad comercial, cuyo sepulcro se puede contemplar en San Pedro
Encontramos una serie de humanistas como:
a. Fernán López de Escoriaza, médico de Enrique VIII de Inglaterra y Catalina de Aragón, y más tarde protomédico (el primero entre sus médicos) de Carlos V, que impulsó la construcción de un magnífico palacio -Escoriaza-Esquível-, importante muestra de arquitectura humanista y parlante del Renacimiento vasco
b. Martín de Salinas, embajador del Infante Don Fernando de Austria ante su hermano Carlos I y promotor de un sobrio palacio -Villa Suso- en la parte alta de la ciudad y de un bello sepulcro de influencia burgalesa situado en la girola de la iglesia Colegial de Santa María
c. Ortuño Fernández de Aguirre, miembro del Consejo Real y constructor de un expléndido palacio -Montehermoso-, en el que se alojarían  el emperador Carlos V, su hermana Leonor de Austria, así como otros personajes relevantes, y del convento de madres dominicas de Santa Cruz
d. Diego Martínez de Alava, Obispo de Astorga, Avila y Cordoba, asistente al Concilio de Trento, presidente de la Real Chancillería de Valladolid, cuya sepultura de bronce se encuentra en la capilla mayor de San Pedro
e. Juan López de Arrieta, procurador de causas en la Real Chancillería de Valladolid, y su hijo Pedro, Oidor del Consejo Real y uno de los juristas más destacados del reinado de Carlos I, constructores del palacio de Bendaña y de gran parte de la desaparecida iglesia de San Ildefonso, donde también tuvieron su sepultura, de cama exenta.
Apuntes sacados del artículo de Mª Angeles Martín Miguel de la GACETA MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ Nº120 del 19 de diciembre de 1998
LA PESTE EN LA VITORIA DEL SIGLO XVI. ESCUCHAR EN EL SIGUIENTE ENLACE http://podcasts.ivoox.com/pestevitoriadelsigloxvi-misterios-ivoox767522.mp3?Expires=1374413540&Signature=n2I5Dz~vU9keLUPwIlgOv0eOECMr-z3jSyoHz1qw-Ant8VjDte9YA2rn6vi830dnua6rUnBgwlUdgXcSz68~bMxvD0IXFuTZRXZ7kTtMVuHH8-x2xls1hn-X1dBnAW~HjHIpYFGOBqFl5tDk9gJOcRU-S~L2VPrOReL-AEbYY6U_&Key-Pair-Id=APKAJE4MXT5SH6SQ5UGA

sábado, 11 de mayo de 2013

ANTIGUA PLAZA DE ABASTOS (1899-1974)

Setenta y cuatro años y once días tuvo de vida el caserón de la por antonomasía plaza de abastos de Vitoria. Se inauguró el 31 de diciembre de 1899 y se cerró el sábado 11 de enero de 1974 a las siete y diez minutos de la tarde. Fué una pena que al Ayuntamiento no se le ocurriera conservar ( para colocarla en otro sitio a manera de recuerdo sentimental) la fachada de la misma. Se preocupó de la primera piedra pero no apareció. La excavadora, mientras tanto, mandaba la fachada a  la otra vida.
Un número elevado de arquitectos del Colegio Vasco-Navarro se opuso a su demolición, aportando argumentos histórico-artísticos sobre la conservación del inmueble. Al fin la piqueta de los Bengoa entró en acción y en veinte días quedó como se ve en la última foto.


Sacado de la revista GASTEIZ 1975