Este revólver lo tenemos en el Museo de Armeria de Alava y en la placa pone "Revólver con el que el italiano Angiolillo mató a Cánovas del Castillo en el balneario de Santa Agueda (Guipúzcoa) el 8 de agosto de 1897, donación de los hijos del entonces Capitán General del Norte don Basilio Augustin Dávila".
Antonio Cánovas del Castillo fue artífice de la Restauración instaurado en 1874 con el retorno de los Borbones. La Restauración se caracterizó por el turno de los partidos liberal y conservador en el ejercicio del poder. Cánovas desempeñó en reiteradas ocasiones el cargo de jefe de gobierno por las filas conservadoras; y con respecto al sistema foral vasco ha pasado a la Historia como su supresor por la ley del 21 de julio de 1876.
Michele Angiolillo fue un socialista italiano enrolado en las filas del anarquismo en Barcelona. Contaba con unos 26 años cuando asumió la misión de asesinar a Cánovas.
El 8 de agosto de 1897, en el balneario del barrio mondragonés de Santa Agueda, cerca de Aramayona, Cánovas murió asesinado tras recibir el impacto de tres disparos. El presidente del gobierno se encontraba pasando unos días de reposo. La elección de este lugar se debía, de un lado, a su proximidad a San Sebastián, donde días antes había estado despachando con la reina regente, María Cristina, y de otro, a la calidad terapéutica de sus aguas, conocida por la monografía del doctor Benigno Villafranca. Angiolillo se encontraba también alojado en Santa Agueda buscando el momento propicio para asesinarle y no habiendo despertado sospechas porque hacía gala de un "buen porte y fino trato". La ocasión se presentó al mediodía cuando Cánovas estab leyendo "La Epoca". Angiolillo se aproximó al presidente y le descerrajó cuatro tiros, alcanzando el objetivo tres de ellos y errando el cuarto porque el teniente de la guardia civil llegó en ese momento y consiguió coger el brazo del anarquista. Angiolillo dijó: "he vengado a mis hermanos de Montjuich".
El móvil del asesinato se ha considerado que fue una venganza anarquista por las sentencias condenatorias - cinco de muerte, veinte de cárcel y sesenta y tres de deportación- promulgadas en el proceso de Montjuich tras el atentado perpetrado en junio de 1896 en la procesión del Corpus Christi, causando seis muertos y cuarenta y dos heridos. Según Fernández Almagro o Demetrio Ramos tras la mano criminal se encontraban los intereses y la financiación de grupos independentistas cubanos representados por el doctor Betances.
Según Emilio Larreina Escudero, el revólver se trata de un British Bulldog fabricado por la casa Webley&Son para defensa personal. Sus características técnicas son: calibre 11,17 mm., capacidad para cinco disparos, diámetro del tambor 39,6 mm., velocidad inicial del proyectil 190 m/sg, peso 550 grs., longitud del cañón 58,7 mm. y longitud total del arma 168 mm.
El Consejo de Guerra que condenó a muerte a Angiolillo se celebró con gran celeridad, puesto que el 20 de agosto se ejecutó la sentencia por el procedimiento del garrote vil. El revólver fue entregado al Capitán General del Norte, Basilio Augustín, y gracias a las gestiones llevadas a cabo con sus herederos por Félix Alfaro, fundador y primer director del Museo de Armeria de Alava, se consiguió su cesión para exposición pública. El Capitán Augustín fue ayudante del rey Amadeo de Saboya; en la segunda guerra carlista participó en la batalla de Montejurra; al finalizar la contienda fue nombrado Capitán General del Norte; en 1898 fue enviado a las Filipinas, y allí vivió la derrota española por la armada estadounidense en Cavite.
Apuntes sacados del artículo de Iñaki Bazán de la Gaceta Municipal nº 131 del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz del 25 de septiembre de 1999.
miércoles, 5 de junio de 2013
REVÓLVER CON EL QUE ANGIOLILLO MATÓ A CÁNOVAS DEL CASTILLO
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