lunes, 9 de diciembre de 2013

TORRE DE LA QUINTINA

Si les hubiésemos preguntado a nuestros mayores por la torre de doña Ochanda no habrían sabido contestarnos. Sin embargo, si lo hubiéramos hecho por la casa de la Quintina, habrían señalado sin dudar el lugar que nos ocupa.
En 1847, el mayordomo de la familia Velasco, propietaria de la casa, ofreció la casa a Quintina Escoriaza para que pudiera ocuparla. Casada con el carpintero Antonio Anchieta tuvo una hija llamada María que se casó con Leandro Ibargoitia, curioso personaje apodado “el gordico”. Escribe Venancio del Val que en cierta ocasión estuvo a punto de presentarse a un concurso de gordos que se celebraba en París, pero no pudo hacerlo porque no cabía por la puerta del tren. En su última época llegó a pesar 180 kilos. Un hijo de este matrimonio, de nombre Telmo, mantuvo en la parte de la casa que da a la Fundadora de las Siervas de Jesús, un pequeño establecimiento que servía a la vez de bar y tienda de comestibles.
ARQ 1865.12(3) Calle Herrería, 1962. Autor, ARQUÉ. AMVG
Torre de los Iruña
En el portal de la parte de la Herrería era popular la Micaela, casada con Agustín Ibargoitia, que tenía un puesto de venta de verduras que simultaneaba con otro en la plaza de abastos. También servía el edificio de alojamiento para los aldeanos que venían al mercado y utilizaban la cuadra para las caballerías. En esta fotografía tomada desde el cantón de las Carnicerías se puede contemplar perfectamente el arranque del arco ( DE LA PUERTA DE ALDAVE).